martes, abril 29, 2008

Invitación a Cenar

Ellos eran una joven pareja, con un trabajo poco remunerado él y un trabajo olvidado por amor él. Vivían en un pequeñísimo departamento. Su relación iba bien, pero había conocido momentos mejores, de gran esplendor.

Esa noche, mientras ella vaciaba la palangana en la que él se había ablandado los juanetes, sonó el teléfono. El agua corrió por la cañería, tapando toda conversación. Cuando él entro al baño, los ojos suspicaces de ella, lo penetraban. Él se rascó la nuca, como lo hacen todos aquellos quetienen algo para esconder.

Finalmente, la tan esperada pregunta llegó. Él miró hacia abajo, sin escuchare, pensando en las palabras justas para la respuesta obvia. La pregunta se repitió pero ya nadie la escuchó.

-U... un amigo.

Ella ya estaba lavándose las manos cuando él sacó su bielletera y empezó a hacer finanzas. de nuevo la mirada inquisidora.

- ¿Hay plata? Tengo que comprar el pan y el vino.

Ella aplaudió irónicamente y salió del baño rauda, enojada. Él la siguió, siempre con la vista en la billetera. en el cuarto, ella lo esperaba tirada en la cama, con la cara en la almohada, en pose de negación.

- A uno le toca llevar el pan y el vino en cada una de las reuniones. Hoy me toca a mí.

Ella se giró. Sus miradas se encontraron por primera vez. Él se tocó los lagrimales, en señal de adelanto al dolor de cabeza que pronto le vendría.

- Somos muchos, ya sé. Pero hoy me toca a mí y la próxima será otro.

Los labios de ella se contrajeron en una mueca de amargura. Él pensó en sus amigos y la relación que los unía desde mucho antes conocerla. Siempre quiso unirlos pero ella nunca congenió con ellos, en especial con...

Otra vez esa mirada, como si le atravesara el pensamiento e hiciera inútiles las palabras.


Veinte minutos más tarde, él bajaba la escalera, sin saber si íba o volvía.

Su celular sonó. Tardó un poco en sacarlo de su bolsillo. Al ver el nombre en la pantalla, "Ya voy" se dijo, quería atenderlo pero... sus palabras, esas que gritó detrás de la puerta cerrada.

-"¡Es un cagador! ¡Te está usando ¡En realidad te necesita para sacar guita!"

Seguía vibrando en su mano, el nombre titilaba y lo llamaba. De pronto, estaba en la calle.

Atendió.

-Hola, Judas. Sí, ya estoy saliendo

miércoles, abril 16, 2008

El Gran Show

El Conductor anuncia que pronto veremos un Participante genial, diferente, que nos hará sentir mejores con nosotros mismos. Su gran proeza será tocar La Cucaracha en un xilofón.

A los pocos minutos, nos vuelve a anunciar la inminente llegada de su gran Participante, pero esta vez suma algunos detalles: el Participante no tiene todas sus facultades físicas ¡intactas. Nos emocionamos al escuchar su historia pero desconfiamos, porque tal vez el Conductor nos esté haciendo una broma. además, tocar La Cucaracha no es una proeza tan genial.

Finalmente, luego de varios anuncios más en los que se nos cuenta sobre el Participante, se abren las puertas y vemos una figura detrás de tanto humo. Cuando éste se disipa, vemos una delas habituales secretrias acercarse al Conductor y no entendemos nada. La cámara se acerca a la bandeja de plata que la secretaria lleva en la mano y recién ahí vemos al participante.

El terror nos embarga, la risa nos corrompe, la compasión nos golpetea. El Participante no ees más que un par de ojos y una oreja con un audífono.

Mientras el resto de las secrertarias acerca el xilofón, el Conductor hace una pequeña entrevista al Participante explicándonos que con un sólo parpadeo quiere decirnos SÍ, y con dos, NO. El Participante se muestra despierto, carismático, incluso gracioso en el momento en que juega a escaparse rodando de la bandeja.

Cuando todo está instalado, los ojitos empiezan a saltar por las teclas del xilofón y podemos reconocer más o menos la melodía tan anunciada.

Cuando termina, todos aplaudimos orgullosos y el Conductor emocionado le susurra algo a la oreja del Participante.

Nos vamos a dormir, con nuestro espíritu integrador renovado.

A la mañana siguiente, le subimos la ventanilla dedl auto a los chicos que nos vienen a pedir monedas en el semáforo.

(Digan lo que digan, fue un golpe bajo)

domingo, abril 13, 2008

Viajes en el Tiempo

-Caminos... adonde vamos no necesitamos caminos- me mintió mi cerebro.

Fueron como 40 cuadras hasta el pasado. Muerto de frío, transpirado y pensando en las posibilidades de ir algunos años hacia atrás, no muchos, sólo 3 o 4, recorrí ese camino torturandome interiormente.

Al llegar, supe que no existen los viajes en el tiempo. Pero luego de recostarme por unos segundos, desperté en lo que parecía un sueño, un extraño momento del pasado de esos que esperaba encontrar desde el principio.

Luego volví, reconociendo al fin que el pasado nunca volverá y que los sueños, sueños son...

lunes, abril 07, 2008

Paya Vida (O Vida Paya)

¿Qué decir ante un grupo de futuros profesionales que lunes a lunes se ponen los zapatones, los vestuarios de colores y la nariz roja para hacerles olvidar a los internados en el Hospital de Niños que son justamente eso?

Porque lo hacen ad honorem, porque no les importa con qué enfermedades se encuentren, porque el resto de la semana se interesan por ser mejores para sus chicos y porque harían cualquier cosa para que nadie les quite ese placer de desparramar sonrisas...

Un payamédico es un ser maravilloso, y cuando me saco el traje es cuando más lo reconozco.


Dedicado a la Dra. Paloma Ribosoma, porque con la sonrisa sola no alcanza pero nada debería quitársela.

jueves, abril 03, 2008

Boys Don't Cry



Que gran mentira!!!!!!

Soy la prueba viviente. Angustia, depresión, alegría... razones hay a montones...


Dr. Gaspar

Este es el Dr. Gaspar Óseo Muscular.



Es un gran amigo mío, lástima que tiene una pequeña obsesión: agradar a la gente.



Si lo ven, no le den la mano. Yo sé porque se los digo.